16 de julio de 2014

¿Qué pasaría si lanzásemos una pelota a la velocidad de la luz? (y II)


Continuamos con la entrada anterior, analizando qué pasaría si lanzásemos una pelota a la velocidad de la luz.

Si recordáis, acorde con las explicaciones del físico Randall Munroe,  nos habíamos quedado en el momento en el el aire del estadio se iba convirtiendo en una burbuja en expansión de plasma incandescente, que se iba acercando peligrosamente al bateador...


La pared de esa burbuja se acercaría al bateador a aproximadamente la velocidad de la luz, sólo ligeramente más rápida que la propia pelota.


Fuente: http://xkcd.com/ Randall Munroe


La pelota iría tan rápido que ni siquiera la tremenda fuerza de las explosiones termonucleares que se desarrollan en su frente la frenarían en absoluto. 

Sin embargo lo que si pasaría es que la superficie de la pelota empezaría a ser carcomida y saldrían volando pequeños fragmentos en todas las direcciones. 

Estos fragmentos de la pelota irían tan rápido que cuando golpeasen a las moléculas de aire desencadenarían dos o tres series más de fusiones nucleares.


Después de aproximadamente 70 nanosegundos (un nanosegundo es 0,000000001 veces un segundo) la pelota llegaría al home plate, que es donde espera el bateador. 

El pobre bateador... 
¡ni siquiera ha visto todavía que el lanzador soltase la pelota! 
La luz que lleva esa información llegaría aproximadamente a la misma vez que la pelota.


©The Simpsons by Matt Groening

Las colisiones con el aire se han comido la pelota casi por completo, que ahora es una nube en forma de bala de expansión plasmática embistiendo en el aire y provocando más fusiones nucleares. 

La capa de rayos X golpea al bateador primero, y un puñado de nanosegundos después, la nube de restos le golpea también.

El bateador, su bate, el home plate y el receptor serán todos barridos rápidamente y arrastrados hacia atrás a medida que se van desintegrando... 

La capa de rayos X y plasma supercaliente se expandería hacia afuera y hacia arriba, tragándose la valla trasera, los dos equipos de baseball, las gradas, los espectadores, ... y ¡el barrio entero! Y todo eso durante el primer microsegundo.

Todo alrededor de más o menos un kilómetro y medio  alrededor del estadio quedaría demolido en poco tiempo.  


Si estuvieses mirando desde una colina fuera de la ciudad, lo primero que hubieses visto sería una luz cegadora que eclipsaría el sol. Esta luz se desvanecería gradualmente y luego verías una bola de fuego cada vez mayor elevándose con una nube  en forma de hongo. Una explosión nuclear en toda regla.

En resumen, un desastre total de fuego y destrucción que no nos gustaría vivir. 
Nada que ver con las pelotas super-sónicas que lanzaba Oliver Atton de la serie "Oliver y Benji". 


Podéis ver una charla completa de Randall Munroe aquí:




Para saber más:




No hay comentarios:

Publicar un comentario